Durante mucho tiempo, la Transformación Digital era la asignatura pendiente de muchas empresas, pero a menudo relegada a un segundo plano en lo referente a las prioridades estratégicas de las compañías. Hasta que llegó el año 2020.
Clave del éxito
Podemos decir que, hoy por hoy, las empresas deben digitalizarse sí o sí. Su éxito va a depender de poder garantizar:
- la conectividad en cualquier lugar y situación
- la colaboración fluida
- el acceso fácil, inmediato y controlado a la información, tanto entre empleados como hacia los clientes y los proveedores
- una velocidad de respuesta alta
- la capacidad de tomar decisiones en tiempo real.
El concepto de Transformación Digital
Así, surge el concepto de Transformación Digital como la evolución de las empresas de cara a utilizar las tecnologías más actuales para:
- desarrollar nuevas vías comerciales
- transformar la experiencia laboral de los empleados
- mejorar drásticamente la atención al cliente
- mejorar el control económico y financiero
- revolucionar el mantenimiento preventivo y correctivo
- garantizar la seguridad, la integridad de los datos y la fiabilidad de la producción
- definir nuevos productos y servicios basados en las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías
- generar nuevos modelos de negocio que cambien radicalmente el concepto inicial
El Piloto de la Transformación
Como todo cambio en una organización, la transformación digital debe contar con un piloto.
El piloto afrontará la transformación digital como un proyecto transversal a toda la compañía y se asegurará de que se cumplan todos los objetivos que marque la estrategia. Estos objetivos deben ser claros e incluir:
- la modificación en los procedimientos para asegurar la optimización en tiempo y costes de los procesos gracias a la transformación digital
- la formación de los empleados para mejorar el tiempo de transición y el comienzo del nuevo modo de trabajo
- el establecimiento de la nueva cultura empresarial a todos los niveles para evitar los frenos a la transformación
La elección del piloto es clave para una correcta transición. A menudo las empresas disponen de personal con capacidad suficiente, pero sin el tiempo que demanda una actividad tan decisiva. En estos momentos, un experto externo incorporado al día a día de la organización, y por supuesto con la supervisión y fuerte apoyo de la Dirección, puede ser la mejor solución.