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Nuevas Tecnologías

Smart Cities

Espero que este sea mi primer artículo de otros muchos, ya que desde la asociación CESLA pretendemos trabajar en esta línea con todas nuestras fuerzas.

Para aquellos a quienes la expresión “Smart Cities” (ciudades inteligentes) no le suene ya de por sí raro por tratarse de una expresión en inglés  intentaré dar una breve pincelada de los que significa.

Las ciudades inteligentes serían aquellas en que el despliegue de sensores de todo tipo, controlados por las administraciones públicas y grandes proveedores de servicios, permitiría monitorizar en tiempo real la vida urbana (clima, tráfico, flujos de personas, contaminación…), lo que posibilitaría una gestión mejor adaptada a las necesidades de la ciudadanía.

Juan Freire, Urbanismo

Recomiendo por cierto leer el artículo completo de Juan ya que no siempre es oro todo lo que reluce. La definición anterior parece abrirnos a un mundo mejor,  pero al mismo tiempo supone, por ejemplo, una inversión fortísima y siempre que esto ocurre hay que hacerse un montón de preguntas como, sin ir más lejos, si esa es lo que más urgente que debe incluir el plan estratégico de nuestra ciudad.

Pero retomando la definición anterior, advertimos que la monitorización conlleva tres partes importantes:

La primera es la generar la información. Es necesario situar sensores, probablemente junto a alguna central de campo con inteligencia propia y luego enviar esa información a alguna parte para su almacenamiento. En esta primera parte es muy necesario poder garantizar al ciudadano que la información que se está generando no atenta contra sus derechos garantizados por la ley, por lo que se hace fundamental que el código que se ejecuta en esa central, la que lee los datos y los envía sea con código abierto, para que cualquier interesado pueda comprobar por sí mismo que ese software hace lo que dice: transparencia total. A las entidades que se ocupan de general la información podemos llamarles productores.

La segunda es el almacenamiento de la información. Por la misma razón que hemos mencionado anteriormente, es importante que la información sea también abierta, o sea, que se empleen los principios del open data. El repositorio de open data incluye datos relativos a la ciudad por lo que parece razonable que sea el Ayuntamiento el que dé soporte a esos datos, como hace el Ayuntamiento de Zaragoza en su datos.zaragoza.es.
La tercera está constituida por los que leen esos datos y les dan una utilidad específica, como patrones de comportamiento, tendencias, avisos, etc. A estos podemos llamarles consumidores.
Y fuera de estas tres clasificaciones, pero a la vez formando parte de todas ellas, está la ciudad y sus ciudadanos, que es lo que realmente importa. La ciudad será verdaderamente inteligente si mejora el bienestar, el trabajo y la educación de sus ciudadanos a la vez que cuida del medio ambiente, utiliza la energía de forma eficiente, y es abierta y transparente en su gestión.No soy un experto en el concepto de ciudad inteligente, y no será difícil que algún lector tenga algo que aportar al respecto. En tal caso, le ruego encarecidamente que lo haga dejando algún comentario. Gracias de antemano.

Saludos.

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