Abundando en el tema de la incorporación de las nuevas tecnologías a la vida diaria, este verano llamó poderosamente la atención la cantidad de dispositivos electrónicos que pude ver en la playa.
Fue concretamente en la Playa del Duque en el sur de Tenerife. No es solamente que prácticamente todo el mundo tuviera un teléfono móvil y lo utilizarás de una forma u otra sino que además pude comprobar que la gente se llevaba consigo ordenadores portátiles, tablet y sobre todo libros electrónicos para leer durante dos largos baños de sol.
Creo que en el futuro las playas no solamente deberán exhibir la bandera azul de la calidad de sus aguas y sus Arenas sino que poco a poco deberán ofreciendo los servicios de conexión a Internet para toda esa gran cantidad de turistas que a mi entender ya demandan este tipo de servicio.
En algunos centros de ocio y restauración ya se han dado cuenta hecho y lo ofrecen de forma gratuita a sus clientes. Aunque todos disponemos ya de conexiones de banda ancha que nuestros terminales portátiles también es cierto que la cantidad de datos mensuales que podemos gestionar está limitada. En algunos casos, y quiero de cenar aquí el del Hard Rock Café de Tenerife en Las Américas, no sólo se ofrece a los clientes la conexión sino que ésta es además de muy buena calidad. En nuestro caso particular nuestra demanda de banda ancha viene marcada por la afición a oír la radio mediante podcast y a comunicarnos con la familia en otros países a través de Skype. Estas dos actividades conjuntas habrían consumido mi tarifa de datos en pocos días. Y qué decir la cantidad de fotos y videos de recibo de los grupos de WhatsApp últimamente.
Los ayuntamientos u organizaciones responsables de atraer a los turistas a nuestras playas podrían tomar nota de estas observaciónes y proporcionar a los turistas algo de gran valor añadido para ellos a un coste bastante razonable.
Saludos.